Sabemos que dormir bien es importante, pero… ¿conocemos realmente las consecuencias que la falta de sueño puede traer a nuestra salud y a nuestra vida?
Dormir bien significa lo primero dormir la cantidad de tiempo adecuada, entre 7 y 9 horas, y dormirlas de forma continua y profunda. Despertarnos muchas veces cuando dormimos y el sueño ligero son muestras de que no estamos durmiendo o descansando correctamente. Y levantarnos con la sensación de no haber descansado es sin duda muy perjudicial para nuestra salud a corto y a largo plazo.
Y es que dormir es básico para los seres humanos, es básico para vivir, tanto como comer o respirar. Como ya apuntan numerosos médicos, deberíamos considerar nuestro sueño un aspecto de nuestra vida tan importante como nuestra alimentación o nuestra actividad física.
Algunas de las consecuencias principales la falta de sueño son:
Cansancio y concentración
Cuando no dormimos bien, la consecuencia más inmediata es estar cansados al día siguiente. El cansancio dificulta la concentración y disminuye nuestra capacidad de atención.
Cuando tenemos falta de sueño nuestra mente no funciona de forma habitual. De hecho, nuestra memoria a corto plazo empeora y se deteriora nuestra capacidad motora, haciendo más difícil que nos concentremos en las actividades cotidianas de nuestra vida diaria.
Problemas de salud
La falta de sueño se asocia directamente a numerosos problemas de salud. Nuestro cuerpo necesita descansar y reponerse, y cuando no lo hace, no funciona correctamente.
Por norma general, cuando a nuestro organismo le falta descansar, nuestro sistema inmunológico se debilita y esto hace que estemos más expuestos a sufrir determinadas enfermedades e infecciones. La forma más común en la que esto se manifiesta es la facilidad de las personas que tienen falta de sueño para resfriarse.
La diabetes es uno de los principales problemas de salud asociados a la falta de sueño. Esto se debe a que la falta de sueño acarrea una menor sensibilidad a la insulina, lo que propicia el desarrollo de la diabetes tipo II principalmente.
El aumento de la hipertensión, la obstrucción en las arterias y los problemas cardíacos también son algunos de los problemas de salud más relacionados con la falta de sueño.
Mal humor
Nuestro estado anímico es uno de los aspectos que más se ve afectado por la falta de sueño. La cantidad y la calidad de nuestro sueño determina en gran medida nuestro estado de ánimo, de manera cuando nos falta sueño somos más o menos propensos a diferentes estados anímicos.
Por norma general, cuando tenemos falta de sueño somos más propensos a padecer tristeza, irritabilidad, ansiedad e incluso depresión.
Cuando nuestro cerebro está activo, no descansa y no se repone. Las partes de nuestro cerebro que regulan las emociones también están activas y no descansan, esto provoca que tengamos decisiones más descontroladas que premeditadas.
La irritabilidad también es uno de los problemas que más se manifiestan. Nuestro cuerpo se siente pesado y eso hace que nuestro estado anímico también lo esté.
Mala alimentación
Por todos es sabido que dormir mal conlleva alimentarnos mal. La falta de sueño provoca el deseo de comer alimentos poco saludables, en numerosas ocasiones precocinados, gran cantidad de carbohidratos y muchas grasas poco saludables.
Además, debido a la falta de sueño, en numerosas ocasiones no comemos por hambre, sino por ansiedad. Esto se traduce directamente en un aumento de peso, pudiendo provocar problemas de salud como la obesidad.
El sueño es básico para regular nuestro metabolismo, por tanto si no se cuida aumentamos el riesgo de obesidad.
En Dupen nuestra prioridad es cuidar de tu descanso, por eso nos preocupamos de todos los factores que tienen que ver con él.
Siempre recomendamos hábitos de vida saludables y rutinas de sueño que mejoren la calidad de vida de nuestros clientes, porque sabemos que la falta de sueño es un problema grave. Te recomendamos que adoptes hábitos de vida saludables y, en casos graves, que contactes con tu médico.